martes, 19 de octubre de 2010

TECNICAS DE ESTUDIO (Clases del 11 al 20)

El subrayado trata de resaltar las ideas principales del texto, facilitando su estudio y memorización y posteriormente su repaso.
Un buen subrayado, acompañado de notas a los márgenes, puede ahorrar mucho tiempo de estudio (y mucho esfuerzo), mientras que un mal subrayado no sólo no ayuda sino que puede ser contraproducente.
No se resaltan datos relevantes que al no estar subrayados pasan posteriormente desapercibidos.
A veces se subraya prácticamente todo el texto lo que induce posteriormente a una memorización literal, mecánica, sin distinguir cuales son las ideas principales.
El subrayado exige concentración ya que hay que diferenciar lo fundamental de lo accesorio.
Se debe subrayar una cantidad reducida de información (palabras o frases claves) que permita posteriormente con un simple vistazo recordar de que trata el texto.
No obstante, la extensión del subrayado dependerá de lo novedoso que a uno le pueda resultar el texto.
Si es una materia que se domina el subrayado podrá ser muy escueto, mientras que si la materia es nueva se subrayará bastante más.
Reglas para el subrayado:
1.- Sólo se comenzará a subrayar tras una primera lectura comprensiva del texto y una vez que éste se ha entendido. Es un error muy típico del estudiante comenzar a subrayar en la primera lectura.
2.- Es conveniente ir subrayando párrafo a párrafo. Primero se lee el párrafo y a continuación se subraya la idea principal.
3.- Se subrayan únicamente palabras claves y no frases enteras. Por ejemplo:
"Los resultados de las elecciones en Italia han estado muy reñidos"
4.- Se pueden utilizar un par de colores, uno de ellos para destacar lo más relevante.
No es conveniente emplear múltiples colores: primero, porque ralentiza el subrayado; y segundo, porque posteriormente puede resultar difícil interpretar el porqué se utilizó un color u otro.
Se puede emplear también un único color, utilizando dos tipos de trazo para diferenciar: línea recta como subrayado normal y línea ondulada para destacar las ideas principales.
5.- El subrayado no debe limitarse a la línea sino que puede incluir otros tipos de señales: flechas relacionando ideas, diagramas, pequeños esquemas, signos de interrogación, llamadas de atención, etc. Todo aquello que sirva para llamar la atención.

Lección 12 ª: Deberes
Los deberes hay que hacerlos diariamente.
Ayuda a ir asimilando lo que se va explicando en clase.
Te exige llevar la asignatura al día.
Permite aprovechar la clase en la que se corrigen los deberes.
Además, el profesor percibe quienes son los alumnos que realizan las tareas propuestas, aquellos que se toman la asignatura en serio, lo que tendrá en cuenta a la hora de evaluar.
Lo ideal es hacer los deberes el mismo día en que se ha visto la lección, cuando aún está "fresca" la explicación. No hay que esperar al último día para hacerlos.
Si hoy lunes nos envían deberes para el jueves, deberíamos tratar de hacerlos hoy mismo por la tarde y no esperar al miércoles ya que entonces probablemente haya olvidado parte de la explicación.
Además, es preferible evitar agobios de última hora.
"No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy"
Si se hacen los deberes en casa es bueno que quede constancia de ello; así, si el profesor pide voluntarios uno debe presentarse.
Contará positivamente en tu evaluación.
Además es una oportunidad de intervenir en público, de perderle el miedo a actuar delante de gente, lo que resultará muy útil el día de mañana en la vida profesional.
Cuando en clase se corrigen los deberes hay que estar muy atentos y comprobar si uno los ha hecho correctamente o se ha equivocado en algo.
El estudiante que no hace los deberes el día de las correcciones se encontrará completamente "fuera de juego", no le sacará ningún partido a estas clases.
Si en las correcciones surgen dudas es el momento de planteárselas al profesor.

Lección 13 ª:
Memoria: Funcionamiento
Se distinguen básicamente dos tipos de memoria:
Memoria a corto plazo
Memoria a largo plazo
Cuando recibimos una información ésta se almacena automáticamente en nuestra memoria a corto plazo donde puede mantenerse unos segundos. Si no se le presta atención al cabo de unos 30 segundos se pierde.
La memoria a corto plazo tiene una capacidad muy limitada, tanto en volumen de almacenamiento como en tiempo de permanencia. La información se puede mantener en la memoria a corto plazo mediante la repetición.
Por ejemplo, cuando nos dicen un número de teléfono y lo vamos repitiendo hasta encontrar un papel donde apuntarlo.
Si uno presta atención a esta información y la elabora (analiza, comprende, relaciona con otras ideas) puede pasar de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
La memoria a largo plazo es prácticamente ilimitada tanto en capacidad como en duración.
El proceso de memorización implica tres fases: registrar, retener y recuperar a) Registro Mientras mejor registremos la información, más fácil nos resultará su memorización, la retendremos por más tiempo y la recuperaremos mejor cuando la necesitemos.
Es fundamental trabajar bien la información: ser conscientes de lo que estamos haciendo, prestar la máxima atención, evitar interferencias (otras informaciones que estamos recibiendo al mismo tiempo, por ejemplo ruidos del ambiente, imágenes, sensaciones corporales, etc.) que distraen nuestra atención.
En la fase de registro influyen diversos factores: atención, motivación, capacidad de análisis, creatividad, pensamiento lógico, dominio de las emociones, relajación, etc.
1.- Atención: La atención permite seleccionar unos estímulos e ignorar otros. Es fundamental tratar de reducir las posibles interferencias. Hay que estudiar en un lugar tranquilo, sin ruido, que facilite la concentración. El lugar ideal es la propia habitación, con la puerta cerrada y en silencio (sin música). La atención depende en gran medida de nuestro interés o motivación y del control de nuestras emociones (alegrías, preocupaciones, tristezas...). Las emociones pueden llegar a bloquear nuestra mente, distrayéndonos de lo que estamos realizando. Se puede ejercitar la atención, aprender a captar la información principal y los detalles relevantes, saber distinguir lo importante de lo accesorio.
Ejemplos: leer atentamente un artículo y tratar de repetirlo mentalmente con el máximo detalle posible. Observar una foto y tratar de describirla.
2.- Motivación. Resulta más fácil memorizar aquello que nos interesa. A un niño le resultará más fácil memorizar los nombres de los jugadores de su equipo que las capitales de los países europeos. Por ello el estudiante debe esforzarse y tratar de ilusionarse con sus asignaturas, buscarle su lado positivo. Si desde el principio uno decide que cierta asignatura no la soporte le va a resultar mucho más difícil su aprendizaje.3.- Significado. Antes de comenzar a memorizar es fundamental comprender la información, entenderla. Tratar de memorizar algo que no se entiende exige un esfuerzo enorme y como mucho se consigue su memorización imperfecta (con muchos errores) y a corto plazo (se pierde rápidamente).
Por ejemplo, si hay que memorizar una definición es fundamental en primer lugar entenderla; sólo entonces se podrá memorizar correctamente.
Por tanto, la elaboración de la información facilita la memorización: Cuanto más se trabaje la lección que se pretende aprender más fácil resultará su memorización. La memorización literal (al pie de la letra) solo se debe realizar en casos muy concretos (por ejemplo, definiciones, fórmulas, leyes, etc.). Excluyendo estos supuestos, la memorización debe pretender el ser capaz de desarrollar con nuestras propias palabras el texto aprendido, y para ello es esencial haberlo entendido.
4.- Organización. La información convenientemente organizada resulta más fácil de memorizar.
Por ejemplo, es más fácil memorizar los meses el año en orden cronológico que salteados.Si se estudian los huesos del esqueleto es preferible seguir un orden: por ejemplo, empezar por los huesos de la cabeza e ir descendiendo.
Cuando se estudian los ríos de España es más fácil seguir un recorrido: por ejemplo, empezar por los ríos que desembocan por el norte, descender por el Atlántico y terminar por el Mediterráneo.
La información bien organizada se puede almacenar y recordar con una gran exactitud.
Por ejemplo, si en historia tenemos que estudiar la expansión del Imperio Romano deberemos seguir un orden cronológico, asociarla con los distintos emperadores, relacionarla con otros hechos históricos del momento (por ejemplo, nacimiento de Jesús).
5.- Repetición. Repetir la información que se está memorizando utilizando uno sus propias palabras. El esfuerzo que se realiza al tratar de recordar la información, sus distintas partes, las ideas principales y los detalles, y el intentar expresar esto con las propias palabras es precisamente lo que ayuda a la memorización. Es un ejercicio intenso, mucho más que leer un texto y tratar de repetirlo sin comprenderlo, pero mucho más provechoso.
Hay que evitar una repetición mecánica (tipo "papagayo").
En definitiva: Para memorizar bien es fundamental una buena concentración, estar motivados y relajados, comprender el material, organizarlo y repetirlo. b) Retención Es fundamental ir refrescando periódicamente los conocimientos aprendidos. Por bien que se haya estudiado una lección si no se repasa periódicamente se terminará olvidando. El estudiante debe utilizar un calendario donde anotar los distintos repasos que tendrá que ir dando a las lecciones con el objeto de llegar a los exámenes con los conocimientos frescos. c) Recuperación El ser capaz de recordar lo que se memorizó va a depender en gran medida de la calidad del registro. Si la lección se estudió bien se recordará con más facilidad. Para una buena recuperación es fundamental haber asimilado lo que se ha estudiado. Esto se consigue trabajando la información y comprendiéndola. La recuperación es más probable que falle cuando se ha memorizado mecánicamente. En estos casos, si uno se bloquea en un punto determinado de la lección va a ser incapaz de recuperar el resto.
Para la recuperación puede ser útil crear pistas y en este sentido el contexto puede jugar un importante papel:
Muchos elementos del contexto existente en el momento del estudio quedan registrados en la memoria. Por ello, hay que tratar de que el contexto en la fase de recuperación sea lo más similar posible al que hubo en la fase de memorización.
Llevar al examen la misma ropa que teníamos que cuando dimos el último repaso, la misma colonia, emplear el mismo bolígrafo (uno especial), ... y muchos más.
Resulta útil crear en el momento del último repaso estudio pistas que luego repitamos en el momento del examen.

Memoria: Canales de Información
La persona capta información a través de los distintos sentidos.
Recordamos palabras que hemos leído, pero también imágenes que hemos visto, sonidos que hemos oído, olores que hemos olido, sabores que hemos probado, tacto que hemos sentido, etc.
Algunas personas tienen más facilidad de memorizar utilizando un canal y otras utilizando otro.
Hay personas con una excelente memoria visual (recuerdan muy bien lo que ven), mientras que otras tienen mejor memoria verbal (recuerdan mejor lo que leen; cuando estudian repiten mentalmente las palabras).
El estudiante puede mejorar notablemente su proceso de memorización utilizando al mismo tiempo la memoria verbal y la memoria visual.
La imagen se recuerda mejor que la palabra
De esta manera registra por partida doble la información que está memorizando. Utiliza simultáneamente la capacidad de ambos hemisferios cerebrales: la capacidad lógica (memoria verbal) situada en el hemisferio izquierdo y la capacidad creativa (memoria visual) situada en el hemisferio derecho.
Este es el motivo por el que en los libros de texto suele haber muchos dibujos, esquemas o fotos, ya que ayuda a su memorización. Por ejemplo, en los libros de idiomas al lado de la palabra suele haber un dibujo (por ejemplo; "car" y al lado el dibujo de un coche).
Así, resulta muy útil destacar con un color las ideas principales del texto. De esta manera se registra al mismo tiempo la palabra que lee (el concepto) a través de la memoria verbal y el color (imagen) a través de la memoria visual.
Si se estudia un tema de historia uno puede cerrar los ojos y tratar de trasladarse mentalmente a esa época, imaginando con el máximo detalle el escenario en el que se desarrollan los acontecimientos. Crearía una película mental cuyo argumento es aquello que está estudiando. Iría viendo la película al mismo tiempo que repite la lección.
Si una palabra que hay que memorizar además de leerla se escribe en un papel se estarían utilizando dos canales de información, aumentando las probabilidades de que la misma quede registrada. Siempre que se pueda hay que tratar de asociar una imagen a la palabra.
La memoria visual se puede ejercitar:
Por ejemplo, al estudiar el cuerpo humano se puede emplear la imaginación e ir viendo mentalmente lo que se va estudiando (vamos recorriendo el cuerpo al mismo tiempo que leemos los nombre de los músculos, huesos, órganos, etc.).
A principio este ejercicio no resulta fácil pero con cierta práctica se consigue interiorizar esta forma de estudiar, tendiendo uno de forma natural a asociar una imagen al texto que se estudia.
Otros ejemplo de utilización simultánea de dos canales de información es cuando se repite en voz alta aquello que se estudia.
A la memoria verbal (concepto que se lee) se suma la memoria auditiva (palabra que se oye).
Otro ejemplo: memorizamos una lista de pintores italianos componiendo una melodía con sus nombres.
Utilizamos memoria verbal (al leer la lista) y memoria auditiva (melodía).
Si además en el libro hay retratos de estos artistas estaremos memorizando también su imagen, con lo que estaríamos utilizando tres canales de información al mismo tiempo.


Memoria: Utilización
1.- En función de cómo se organizan las sesiones de estudio caben dos planteamientos:
Estudio concentrado: se estudia la lección en muy pocos días pero muchas horas cada día, hasta que se domina.
Estudio fraccionado: se va estudiando poco a poco, pero con mucha frecuencia. Todos los días se dedica un rato a la asignatura.
Está comprobando que el segundo método de estudio es más eficiente: permite asimilar mejor los conceptos y se mantienen en la memoria durante mucho más tiempo.
2.- En función de cómo se divide la materia que se estudia caben también dos planteamientos:
Memorización global: se aborda la lección en su conjunto (se lee toda lección; se intenta memorizar toda ella entera; se vuelve a leer toda la lección; nuevamente se intenta repetir la lección entera, y así sucesivamente).
Memorización por partes: la lección se divide en partes (por ejemplo en epígrafes) y tras una lectura inicial global se comienza a estudiar epígrafe por epígrafe (hasta que no se domina uno no se pasa al siguiente). Una vez que se dominan todos los epígrafes individualmente se intenta abordar la lección en su conjunto.
Elegir un método u otro dependerá de cada estudiante (algunos se sentirán más cómodo con una memorización global y otros con una memorización por partes) pero normalmente funciona mejor el segundo método de estudio.

Lección 14 ª: Estrategias para Mejorar la Memoria

Se puede desarrollar y mejorar la memoria. Existen técnicas de memorización que funcionan muy bien. Empezaremos describiendo diversos "trucos", algunos de los cuales ya se han mencionado:
1.- Asociación: cuantas más conexiones se establezcan mentalmente entre los conceptos nuevos y los que ya se poseen más fácil resultará la memorización.
Cuanto más se sabe sobre una materia más fácil resulta adquirir nuevos conocimientos sobre la misma ya que uno tiene muchos referentes con los que relacionar la nueva información.
Hay diversas maneras de asociar:
a) Comparar o contrastar: nos acordamos de algo porque se parece o se diferencia de algo que conocemos.
Por ejemplo, la 2ª Guerra Mundial comenzó el año en el que nació mi padre.
b) Asociar con ejemplos: por ejemplo estudiamos el significado de una palabra utilizando una frase en la que se emplea.
c) Analogías: buscamos parecidos.
Por ejemplo el nombre de una persona nos recuerda al de un famoso tenista.
d) Asociaciones ilógicas: tratamos de memorizar una lista de objetos realizando asociaciones sin sentido.
Por ejemplo, una lista de compra (leche, galletas, tomate, pan y cebolla).
"Una galleta se fue a bañar en un vaso de leche, pero cuando se fue a tirar vio que estaba roja del color del tomate, flotando había un trozo de pan jugando con una cebolla."
2.- Trocear la información:
Por ejemplo, si queremos recordar un número de teléfono nos resultará más fácil si lo dividimos:
"91-710-40-26"
En lugar de:
"917104026"
3.- Agrupar la información: es el caso contrario al anterior y se emplea cuando la información viene muy fraccionada; en estos casos resulta más fácil agruparla en pequeños grupos.
Por ejemplo, la siguiente cadena de número:
3 - 3 - 4 - 7 - 3 - 7 - 9 - 0 - 9 - 0 - 8
Resulta más fácil de memorizar si se agrupa:
334 - 737 - 909 - 08
4.- Exageración: la memoria es más receptiva ante algo absurdo. La singularidad facilita la memorización: cuanto más original sea una información mejor se retendrá.
5.- El ritmo y la rima facilita la memorización. Ponerle música a un texto, recitarlo como si de una poesía se tratara. Crear unos pequeños versos con las palabras que uno tiene que memorizar.
6.- Recordar el contexto: a veces resulta más fácil recordar algo si uno trata de visualizar el momento en que el que estaba estudiando esa lección.
Estaba en mi habitación, era sábado por la tarde, recuerdo que estaba oyendo música de Elton John, tenía puesta una camisa roja, ...



Lección 17 ª: Olvido
La memoria a veces falla, lo que uno ha estudiado con tanto esfuerzo se olvida y a veces esto ocurre en el peor momento posible, justo en mitad del examen.
El olvido es humano y por tanto puede ocurrir, pero muchas veces dicho olvido es resultado de una mala preparación.
Con una planificación adecuada y un método de estudio eficiente se reducen considerablemente las probabilidades de que falle la memoria.
El olvido suele ocurrir por alguna de las siguientes causas:
Se ha estudiado la materia del examen con mucha anticipación y luego no se ha repasado convenientemente.
Se ha estudiado mal, memorizando mecánicamente, sin llegar a asimilar la asignatura. El estudiante podía pensar que dominaba la lección porque cuando la estudió era capaz de repetirla, pero no ha conseguido consolidar esos conocimientos.
Se ha estudiado atropelladamente la noche anterior al examen, sin tiempo a que los nuevos conocimientos se asienten en la memoria.
No se ha descansado convenientemente y se llega al examen con la mente cargada.
Por tanto, el estudiante debe evitar que alguna de estas cuatro situaciones se produzca y eso depende exclusivamente de él.
Tiene que establecer repasos periódicos que le permitan mantener frescos los conocimientos adquiridos.
Tiene que asimilar los contenidos. No vale con ser capaz de repetirlos ya que la memoria puede fallar, se trata de entenderlos y poder desarrollarlos con sus propias palabras.
El aprendizaje debe ser gradual, día a día, y no de prisa y corriendo el último día.
Al examen hay que ir perfectamente descansado para poder rendir al máximo.
El olvido a veces también se produce porque, aún habiendo estudiado con seriedad, no se han establecido pistas que puedan facilitar el recuerdo.
No se lleva aprendido un esquema detallado del temario que nos permita situarnos y comenzar a recordar su contenido.
Por ejemplo:
La lección 5ª que trata sobre tal tema se divide en 4 apartados: el primero desarrolla tal aspecto y profundiza en tales consideraciones; el segundo desarrolla esta otra idea y contiene tres sub-apartados; el tercero trata de tal punto y el cuarto es una visión crítica de esta teoría.
Con una estructura del temario bien aprendida resulta mucho más fácil situar la pregunta del examen y comenzar a "tirar del hilo" e ir recordando su contenido.

Lección 18 ª: Pérdida de Tiempo
La pérdida de tiempo es un problema que afecta prácticamente a todos los estudiantes.
Todos perdemos el tiempo, lo que hay que tratar es que esa pérdida de tiempo sea la menor posible.
La pérdida de tiempo tiene su origen en que al ser el estudio una actividad que exige esfuerzo, que cansa, el estudiante encuentra continuamente otras actividades alternativas que realizar mucho más placenteras. De esta manera se va retrasando el momento de ponerse a estudiar.
El resultado es siempre el mismo:
Como la asignatura hay que aprenderla para aprobar el examen, el estudiante se verá obligado posteriormente a recuperar el tiempo perdido, muchas veces cuando ya es demasiado tarde.
Si no se recupera el tiempo perdido se corre el riesgo de suspender el examen con lo que habrá que volver a prepararse la asignatura en verano, mientras los compañeros disfrutan de las vacaciones.
La perdida de tiempo conlleva que una materia que se podía haber estudiado en un par de horas bien aprovechadas, al final haya que dedicarle 3 o 4 horas.
Veamos un ejemplo (un poco exagerado) de pérdida de tiempo:
Consideremos una lección que se pueda preparar en un par de horas (por ejemplo, de 5 a 7 de la tarde). De entrada el estudiante comienza a estudiar ya con retraso (6 de la tarde).
Primero lee la lección con la tele encendida con lo que no se entera de nada (a esto le dedica una hora). Son ya las 7 de la tarde; podría ya haber terminado si hubiera aprovechado el tiempo.
A partir de las 7 hace un descanso que se alarga hasta las 8,30. A esa hora decide continuar, coincidiendo justamente con la hora de la cena (lo que origina el enfado de la madre). Al final, tras discutir con la madre, decide seguir después de la cena.
Se da cuenta entonces de que ya es tarde y comienza a agobiarse por lo que decide ponerse a trabajar en serio (de 11 a 12,30 de la noche). Está ya cansado por lo que rinde mucho menos; además se queda sin ver la película que tanto deseaba y además se irá a dormir muy tarde, por lo que al día siguiente estará agotado.
Estudiar bien exige concentración, es una actividad cansada, por eso a veces "estudiamos" de una manera más relajada, menos intensa pero al mismo tiempo menos eficiente.
Esto nos permite tener la conciencia tranquila pensando que hemos dedicado bastantes horas al examen, pero en realidad lo que hemos hecho ha sido perder el tiempo.
Al final el esfuerzo habrá que hacerlo, por lo que lo único que habremos conseguido con esta aproximación "light" habrá sido alargar innecesariamente el tiempo de estudio.
Mucha veces se pierde el tiempo por que nos distraemos.
Sin darnos cuenta la mente se va, nos evadimos, nos ponemos a pensar en otras cosas, perdiendo totalmente la concentración.
Cada vez que nos distraigamos debemos apuntar en un papel su causa (sonó el móvil, me llamó mi madre, fui a buscar la calculadora, quise ver la sección de deportes del telediario, etc.).
Conociendo las causas de las distracciones es más fácil ponerles remedio.
Otras veces se pierde el tiempo simplemente porque no se sabe estudiar:
Repasando una y otra vez lecciones que ya se dominan, mientras que aún quedan otras que aún no se han visto.
Más vale ir al examen conociendo medianamente bien todo el temario que dominando perfectamente algunas lecciones y sin saber nada de otras.
Estudiando datos de poco interés, con un nivel de detalle innecesario, datos que aportan muy poco pero que suponen un derroche de tiempo y esfuerzo.

Leyendo un capítulo y volviéndolo a leer, y así repetidas veces sin hacer un mínimo esfuerzo por profundizar (completar apuntes, entender, hacer un esquema, memorizar, repetir, etc.).
Estudiar sin guía. Se abre el libro y se comienza a memorizar desde la primera línea sin haber leído previamente la lección para conocer de que trata, que estructura tiene; sin haberla trabajado).
No se debe comenzar a memorizar sin haber entendido previamente la lección.
Con el desorden, sin tener el material preparado, sin tener verificado que los apuntes
están completos, sin saber cuales son los temas a los que el profesor otorga mayor importancia, sin tener a mano el material que se va a necesitar.
Estudiando en un lugar poco adecuado, con ruido, donde es imposible concentrarse.
Por ejemplo, en el salón de casa tratando de ver al mismo tiempo un partido de fútbol.
Es preferible parar y ver el partido, recuperando en algún otro momento el trabajo que no se ha realizado.
También produce pérdida de tiempo la desmotivación.
El estudio exige un esfuerzo que no siempre apetece; pero como hay que realizarlo si se quiere aprobar los exámenes más vale ponerle ilusión.
En este sentido ayuda estar convencido de la importancia del estudio, del beneficio futuro que nos va a reportar.
Estudiar con desgana exige el doble de tiempo que cuando uno está motivado.


Lección 19 : Descanso
El estudio es equiparable a una carrera de fondo, no se trata de rendir a tope unos pocos días sino de ser capaz de mantener un buen ritmo de trabajo durante mucho tiempo.
Se parece más a un maratón que a una prueba de velocidad.
Esto exige mantenerse en perfecto estado de salud, aspecto en el que juega un papel fundamental el descanso.
El estudiante debe planificar su actividad de modo que tenga tiempo para estudiar, pero también para descansar y disfrutar.
Es fundamental saber desconectar del trabajo, tener otros alicientes.
El día tiene muchas horas y se pueden hacer muchas cosas, es sólo cuestión de organización. Uno se podría sorprender de lo que puede llegar a cundir un día si se sabe aprovechar, si se evitan las pérdidas absurdas de tiempo.
Considerando que en la mayoría de los cursos (colegio, universidad, salvo en determinadas carreras como ingeniería, arquitectura, medicina, etc,), puede ser más que suficiente dedicar al día una media de 2 / 3 horas al estudio, aún quedan muchas otras horas en el día para realizar otras actividades.
Durante el tiempo de estudio (esas 2 o 3 horas al día) hay que establecer descansos regulares para despejarse y tomar nuevas fuerzas para el siguiente "asalto".
Cada hora se puede establecer un breve descanso de 5 minutos.
Hay estudiantes que no realizan estas breves paradas pensando que así aprovechan más el tiempo pero les ocurre justo al contrario, sin darse cuenta van acumulando cansancio disminuyendo notablemente su nivel de rendimiento.
Estas breves pausas hay que aprovecharlas para salir del cuarto y estirar un poco las piernas.
Se puede realizar alguna actividad relajante (andar por la casa, asomarse a la ventana, charlar con algún hermano o compañero, regar las plantas, etc.), algo que exija poco esfuerzo mental.
Hay que evitar realizar alguna actividad que a uno le guste especialmente (por ejemplo, ver parte del partido de fútbol que retransmiten por la tele) ya que costaría mucho volver nuevamente al trabajo.
El estudiante debe ser muy riguroso en el cumplimiento del tiempo de descanso no prolongándolo ni un minuto más de lo establecido.
Si durante la sesión de trabajo uno se nota muy cansado, ve que rinde poco, es preferible parar, aunque no se hayan completado las horas diarias de estudio. Si más tarde se siente más fresco podrá continuar con su trabajo, y si no deberá recuperar otro día las horas pérdidas. Lo que no debe hacer es forzar la mente.
Cuando uno se encuentra muy cansado no se rinde por lo que seguir con el estudio supone simplemente perder el tiempo (la mente apenas asimila).
El estudiante debe respetar las horas de sueño.
Las horas de sueño (mínimo 7, preferiblemente 8) son "sagradas". No se pueden sacrificar pensando que uno resiste bien y así puede estudiar más ya que a la larga termina pasando factura.
De forma imperceptible el alumno va acumulando cansancio y el rendimiento intelectual se reduce considerablemente.
Mientras no sea época de exámenes los fines de semana se podrán dedicar prioritariamente a descansar y a otras actividades de ocio.
Sin embargo, ya próximos los exámenes el estudiante debe tener la fortaleza suficiente para renunciar a estas actividades más placenteras y concentrase plenamente en los estudios.
Son pocos fines de semana al cabo del año, por lo que se trata de un sacrificio asumible. Ya llegarán nuevamente sábados y domingos para disfrutar.
Durante el curso es bueno realizar actividades complementarias (deporte, idiomas, música, o cualquier otra) y no estar centrado exclusivamente en los estudios.
Esto permite desconectar y tener otros alicientes, lo que ayuda a tener la mente más "fresca" para cuando toque trabajar.
Estas actividades han de tener la consideración de complementarias, por lo que habrá que dedicarse a ellas con cierto nivel de relajación, evitando que se conviertan en una obligación más del estudiante.
Estas actividades se pueden realizar tanto los fines de semana como entre semana siempre y cuando no sean incompatibles con el cumplimiento del plan de estudio. Es sólo cuestión de organización.
Por último, señalar que es bueno que el estudiante conozca algún ejercicio de relajación que le puedan ayudar a rebajar la tensión, especialmente en épocas de examen.
Ejercicios de respiración
Se pueden realizar por la noche, antes de acostarse, de pie, con los músculos relajados. Hay que cerrar los ojos, intentar dejar la mente en blanco, y realizar movimientos de inspiración y de expiración muy lentos, manteniendo unos segundos el aire en los pulmones. Este ejercicio dura unos 5 minutos.

Ejercicios de relajación
Se tumba uno en la cama o sobre una alfombra y cierra los ojos, realizando inspiraciones profundas y soltando el aire lentamente, intentando dejar la mente en blanco. Se trata de ir tensionando y relajando todos los músculos del cuerpo, uno a uno, empezando por los pies.
Estirará al máximo las puntas de lo pies, como si se fuera a poner de puntilla, manteniendo esta posición unos 10 segundos, luego las relajará dejándola en su posición normal.
A continuación intentará apuntar con las puntas de los pies hacia arriba, tensionando al máximo, manteniendo esta posición otros 10 segundos, luego nuevamente los dejará en su posición normal.
A continuación pasará a las rodillas, doblando las piernas, juntando las pantorrillas con los muslos, haciendo presión (otros 10 segundos), luego posición normal.
Luego trabajará con toda la pierna, estirándola al máximo, aguantando 10 segundos, y luego posición normal.
Así irá ascendiendo por el cuerpo, tensando y relajando los diferentes músculos (vientre, pecho, espaldas, brazo, mano, nuca, boca, ojos, etc.).
Lección 20: Alimentación
El estudio es una actividad que exige un gran esfuerzo y para rendir al máximo hay que estar en buen estado de salud. Por tanto, el estudiante se tiene que cuidar y en ello juega un papel esencial una alimentación sana.
Este aspecto debe ser especialmente tenido en cuenta por aquellos estudiantes que viven fuera de sus casas, en pisos de estudiantes.
La dieta debe ser equilibrada, variada.
No se puede abusar de comida rápida, de precongelados o de comidas preparadas.Hay que tomar verdura, legumbre, fruta, leche y derivados lácteos, huevos, cereales, frutos secos, chocolate, etc.
Está totalmente contraindicado para un estudiante iniciar una dieta de adelgazamiento a mitad de curso ya que le puede provocar una debilidad que le impida rendir al máximo.
Tampoco es bueno tomar en exceso bebidas estimulantes (café, té, cola).
Muy ocasionalmente se puede recurrir a ellas (un día de mucho trabajo que haya que prolongar por la noche), pero debe ser algo excepcional. Las horas de sueño hay que respetarlas. Es un error muy habitual el estudiar por la noche tratando de recuperar lo que no se ha hecho durante el día: en primer lugar se rinde mucho menos y además se puede entrar en un círculo vicioso (al día siguiente el cansancio impide rendir adecuadamente por lo que nuevamente habrá que recuperar por la noche).
El consumo de estas bebidas se debe controlar, especialmente en épocas de examen. Producen un nivel de excitación que puede dificultar la concentración en los días previos a las pruebas, así como afectar negativamente al rendimiento durante el examen.
Hay que vigilar también el consumo de tabaco ya que reduce la oxigenación de la sangre afectando negativamente al rendimiento del cerebro.
Aunque el estudiante piense que le ayuda a concentrarse, su consumo le produce una menor claridad mental que a veces uno mismo no percibe.
Durante la semana no se debe consumir nada de alcohol, por poco que sea (y los fines de semanas muy moderadamente) ya a que aparte de producir somnolencia, reduce drásticamente el rendimiento.
Una simple cerveza al mediodía dificulta el poder rendir al máximo por la tarde.
El estudiante tampoco debe recurrir a pastillas contra el sueño ni a compuestos energéticos.
Su acción se basa en "ocultar" al organismo el cansancio acumulado, pero este cansancio existe y si no se combate afectará muy negativamente al rendimiento.Estas pastillas provocan a veces reacciones inesperadas (somnolencia, aturdimiento) que podrían manifestarse durante el examen.
Se puede tomar algún compuesto vitamínico pero siempre bajo supervisión médica.
Además, es bueno que el estudiante practique algún deporte.
El ejercicio físico, además de ayudar a mantener el cuerpo en forma, permite quemar energías, liberar estrés.
Es un momento fenomenal para desconectar y refrescar la mente.



No hay comentarios:

Publicar un comentario